sábado, 4 de febrero de 2012

A falta de hierba, vino, noche y cenas.


Lo que dices, 
lo que pienso,
lo que escribo,
soy yo
quien quiero,
o quien no,
pero puedo serlo.

Puedo cogerlo todo,
darle la vuelta,
inventar, deshacer,
crear y romper.

No lo comprendan,
es imposible,
respetenlo
y quiéranme. 
Porque al escribir
paro mierda, o no...
Doy lo que tengo,
lo que quiero, 
lo que me gustaría,
pero, siempre, lo que soy.

Riéte, 
pero estoy bien.
Así me siento libre.

De naturaleza melancólica,
cabreada con el mundo,
¿mi mundo? ¿cuál de ellos?
Siento demasiado
y cuesta aceptar lo ajeno,
porque no somos iguales
aunque intente creerlo.
Soy buena,
me joden por ello...
Puedo ser la más puta
si quiero.

Quizá te sorprenda,
quizá no pensaras que fuera así,
pero no existen los dioses ni diosas,
¡abajo los pedestales!
La mente los crea,
nosotros los sufrimos.

Y no, no me da vergüenza.
Lo oscuro, lo puro
me acompaña...
Juego con ello,
camino con ambos,
me divierto.
Porque me conozco,
mejor que nadie,
sé quién soy,
lo más importante.

Ya lo probé,
me enamoré locamente,
me perdí hace años,
pero me volví a encontrar.
Y aplaudo,
sé que no volverá.

Soy feliz
porque sé quién soy,
porque estoy viva, 
cuerda.
Y, ¿qué es?
¿Vivir? 
Al final llega el día,
todos con el mismo traje a la tumba.
Tenlo presente y claro,
actúo,
aunque me tiña de realidad.
Pinto, muevo el mundo,
manoseo barro,
y me da igual...
Porque mi careta,
la que ves,
la que quiero mostrar.
Papel y boli,
¿qué es? Lo dicho,
formas de jugar.

Tímida e introvertida,
si me conoces bien,
poco hablo, mucho observo.
Luego pienso,
luego decido,
luego elijo...
Simplemente, 
siempre,
hago lo que quiero. 










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